Hostel: claramente no es la mejor opción (por lo menos para nosotros, y en este viaje). No nos resultó del todo económico ni cómodo. Compartir tiene sus pros y contras: conocer y charlar con gente de otro lugar, edad y cultura esta buenísimo, pero también hay que saber que no todos viven de la misma manera. En un lugar como Dublín, probablemente no pegues un ojo en toda la noche! (real) está rodeado de bares, y cada compañero de cuarto es diferente (alguno entrara en silencio, tratando de no despertar y otro no le importara nada). Pero, el lado positivo es que: conoces gente, aprendes a superar tus limitaciones, podes cocinar (por lo cual ahorras dinero de los restaurantes).
¿Qué hacer en Dublín?
Free walking tour: nos anotamos el tour de Sandemans Europe. Son unas 2 o 3 horas recorriendo los lugares típicos de la ciudad, y conociendo un poco de la historia. Al final, podes comprar algún paquete interesante para recorrer con ellos! (Se los recomiendo, los precios son buenos y los guías excelentes!).
Para mi la mejor excursión que hicimos! El ingreso al museo cuesta unos 20€ por persona, pero vale muchísimo la pena! La fábrica de Guinness es súper interactiva y divertida: como en todo Dublín vas a encontrar muchos grupos festejando y eso le da un tinte de color copado. Además, la visita te lleva a conocer como se fabrica la cerveza, la historia de la familia, las campañas publicitarias de la marca y hasta te enseñan a servir tu propia birra. De yapa, tenes una pinta con tu entrada que podes tomarte en el bar o en el observatorio del último piso. Si te pasa como a nosotros y te colgas con el tiempo, hay opciones para comer barato (entre 7 y 8€).
Desde Dublín salen muchísimas excursiones hacia los puntos de Irlanda que nosotros recorrimos con el auto: Wicklow, Killarney, Cork, Galway, Belfast (entre otros). Asique te recomiendo leer lo que hicimos en cada lugar para que puedas elegir qué excursión hacer (aunque si te animas a manejar por la izquierda, no dudes en alquilar un auto!!).
Wicklow se encuentra a unas 2 horitas y media de Dublín. Fuimos todo por autopista, hasta que comenzamos a adentrarnos en los pueblitos que te van llevando a través de la montaña. Es de cuento, como todo en Irlanda. Al costado del camino vas a tener siempre granjas y por supuesto animales mirándote: ovejas con sus corderos, vacas, patos. Es increíble lo que viajar con este paisaje durante tantos días puede generar en uno: paz, conciencia, ganas de seguir conociendo cada día un poquito más. Estuvimos 2 noches acá, el tiempo justo para recorrer el Wicklow National Park y Glendalough.
Se acerca el final de este viaje. Westport fue el último destino que hicimos en la República de Irlanda, desde aquí nos dirigimos hacia Belfast, en Irlanda del Norte, que ya es parte de Reino Unido.